No todo es lo que parece

Las drogas han representado un problema de salud pública desde tiempos antiguos pues era sabido que culturas como la china (Que fumaba opio) o la azteca (que consumía hongos alucinógenos en rituales) eran amantes de las drogas pero que también tenían problemas de salud al tener adictos dentro de sus ciudades.

Con  la llegada del siglo XX y posteriormente el XXI, nuevas drogas se dieron a conocer como es el caso de la heroína, LCD, Tachas, Éxtasis, cocaína, etc.… drogas con nuevos efectos y sensaciones pero también con muchas complicaciones y efectos secundarios como lo son daño nervioso permanente o incluso la muerte además de también generar problemas con la ley pues el uso de estas sustancias está penado en casi todos los códigos penales habidos y por haber en la tierra.

Los carteles se han visto involucrados en una serie de batallas con la ley y con otras organizaciones por la producción, distribución y venta de estas sustancias sumamente dañinas para la salud además de que los consumidores cada vez padecen más para conseguirlas y pagan precios demasiado altos además de dañarse y dañar a quien los rodea.

Es por eso que muchas personas se han dado a la tarea de buscar la droga perfecta, que sea fácil de conseguir, producir y utilizar, que sea limpia y no genere efectos negativos en ellos y en las personas que los rodean.

Surgida de esta búsqueda, la droga auditiva promete remplazar a las sustancias existentes pues solo requiere de un reproductor de música (PC, IPOD, CELULAR) y unos audífonos para poder experimentar efectos similares a las sustancias alucinógenas existentes.

Los programas creados para producirlas se basan en un principio simple:

En cada auricular se emite una frecuencia distinta que al entrar al cerebro y cruzarse, provoca que este modifique su frecuencia propia creando una tercer frecuencia (la que genera las sensaciones) que no existe fuera de nuestra cabeza.

De acuerdo con distintos científicos, estos programas están lejos de causar sensaciones reales dentro del cerebro pues no existen antecedentes científicos o estudios que respalden sus teorías y producciones.

Lo que sí es seguro es que este nuevo tipo de drogas provocará el inicio de investigaciones profundas en el tema.

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